Se da este
nombre al cuadro en el cual se presenta la relación de subordinación (sólo
lógica, según unos; lógica y ontológica, según otros) de la substancia
considerada como género supremo a los géneros y especies inferiores hasta
llegar al individuo. Porfirio trata este asunto en el capítulo de la Isagoge
sobre la especie. Dice en él que "en cada categoría hay ciertos términos
que son los géneros más generales; otros que son las especies más especiales; y
otros que son los intermediarios entre los géneros más generales y las especies
especialísimas" (ínfimas). El término más general es definido como aquel
por encima del cual no puede haber otro género más elevado; el más especial,
aquel debajo del cual no puede haber otra especie subordinada; los términos
intermediarios, los que están situados entre ambos y son a la vez géneros y
especies. Tomando como ejemplo una sola categoría —la substancia— Porfirio
procede a mostrar cuáles son los géneros y especies intermediarios y, al final,
los individuos — o ejemplos de individuos. Encuentra entonces una serie que da
origen al esquema de la página siguiente, en lo esencial empleado por Boecio, y
popular desde la exposición de Julius Pacius, en su Aristotelis Organum (1584).
La substancia, dice Porfirio, es sólo género; el hombre es la especie
especialísima o ínfima y es sólo especie; el cuerpo es especie de la substancia
y género del cuerpo animado; el cuerpo animado es especie del cuerpo y género
del animal; el animal es especie del cuerpo animado y género del animal
racional; el animal racional es especie del animal y género del hombre; el
hombre es especie del animal racional, pero no género de los individuos, pues
—como se dijo— es sólo especie. Los términos intermediarios tienen así dos
caras o aspectos; los términos extremos sólo tienen un aspecto o cara. Y la
especie especialísima o ínfima tiene también sólo un aspecto o cara. Es especie
de los individuos, por contenerlos, y especie de los términos anteriores
—superiores— por estar contenido por ellos. Se concluye, pues, diciendo que el
género más general es el que, siendo género, no es especie; la especie
especialísima, lo que, siendo especie, no puede ser dividido en especies; el
individuo, lo que no puede ser subdividido en otros términos.
Fuente: José Ferrater Mora- Diccionario de Filosofía-1941
Fuente: José Ferrater Mora- Diccionario de Filosofía-1941
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